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Industria 5.0 ¿Un cambio de planes?

La industria 4.0 sin lugar a duda ha revolucionado los procesos productivos de muchas empresas, otorgándole el papel protagonista a la tecnología y la conectividad. ¿Ya estáis todos/as al día con la industria 4.0 y preparados/as para lo que viene?

¿Qué es la industria 5.0?

El término industria 5.0 nace de la mano de la Comisión Europea buscando un enfoque más humano y así conseguir un impacto más positivo en la sociedad. Se trata de modelo industrial con una mayor interacción humano-máquina, con procesos más colaborativos en los que las personas y las máquinas formen un equipo de trabajo. Se ponen en auge términos como cobots, exoesqueletos o wearables, evolucionando así el rol del operario u operaria y poniendo a su disposición las tecnologías de la manera más productiva y eficiente.

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Otro gran protagonista de la industria 5.0 será la sostenibilidad. Recursos reciclables y reutilizables, reducción de residuos, energías renovables y menores emisiones, serán algunos de los enfoques para conseguir un menor impacto medioambiental por parte de la industria.

Otro eje principal de la industria 5.0 es la resiliencia. Se tratará de buscar una mayor robustez en la cadena de suministros, permitiendo a las empresas tener mayor flexibilidad y poder de reacción ante situaciones adversas, cómo lo pudieron ser la pandemia del Covid-19 o cualquier crisis geopolítica.

¿Cómo se diferencia la industria 4.0 de la 5.0?

La cuarta revolución industrial impulsó procesos de producción basados en tecnología y dispositivos que se comunican de forma autónoma a lo largo de la cadena de valor. Se trata de un modelo de fábrica inteligente, en la que los computadores monitorizan el proceso físico, crean un gemelo digital y toman decisiones descentralizadas. Un aumento de la digitalización en el que el humano pasaba a un segundo plano.

La industria 5.0 no pretende sustituir el modelo de la industria 4.0, sino más bien complementarlo de una forma más comprometida y responsable. Más allá de la productividad y la rentabilidad, se llama a promover también factores humanos y medioambientales. Nos alejaríamos por lo tanto un poco de la idea de la fábrica autónoma e inteligente, de las automatizaciones “excesivas”, para volver a empoderar a las personas y plantearnos cómo la tecnología puede ayudar al equipo humano a ser más eficiente y productivo.

¿Cuáles serán los retos a los que se enfrentarán las empresas?

Elegir la tecnología que encuentre el equilibrio en esa colaboración persona-máquina, probablemente es el reto más complejo. El objetivo será darle otro valor al trabajo del operario u operaria con la ayuda de una solución técnica que se adapte a las necesidades de la cadena de suministro y fábrica.

El rol del operario u operaria cambiaría. Ese nuevo modelo de equipo de trabajo entre personas y máquinas requiere también de una mayor formación. La máquina deberá encargarse de las tareas repetitivas, para que el equipo humano realice tareas que aporten un valor superior. Nacen nuevos roles para el equipo humano, que además llevan consigo un mayor bienestar físico y psicológico de las personas que trabajan en la industria. Para asegurar ese bienestar, la seguridad y la prevención de riesgos laborales cobran aún más importancia.

¿Estamos ante un cambio de planes?

No deberíamos estar ante un cambio de planes como tal. Al igual que ya pasó en la industria 4.0, cuando se empezó a hablar de la cuarta revolución industrial, no estábamos ante conceptos novedosos. Simplemente estábamos en el momento idóneo en el que diferentes requisitos se cumplieron para que se pudieran hacer realidad algunos paradigmas tecnológicos. De manera parecida pasa con la industria 5.0. Objetivos como la sostenibilidad o conceptos como la robótica colaborativa no son una novedad. Pero sí es el momento en el que empiezan a ser urgentes unos cambios cualitativos hacia modelos de industria más sostenibles, comprometidos, inclusivos y resilientes. Nosotros diríamos que es más un cambio de mentalidad, que un cambio de planes. Se trata más de una adaptación a nuevas normalidades y un mundo cambiante. Una adaptación a la sociedad 5.0.

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